En un anterior artículo, ya pudimos hacernos una ligera idea sobre lo que es la cultura dentro de una organización empresarial. Vamos a intentar dar otro paso más en esta palanca tan difícil de manejar y que nos puede llevar al éxito o al fracaso en la consecución de objetivos estratégicos.
Ya sabemos que cultura es comunidad, que cultura es la articulación de las relaciones entre personas. Seguro que cada uno de nosotros es capaz de diferenciar claramente esa particular forma de funcionar que existe entre la empresa en la que trabajamos antes y en la que trabajamos ahora, o entre la nuestra y la de nuestra pareja, hijos, familiares, etc. Al parecer, no hay una única cultura, pero eso no quiere decir que no la podamos definir. La sociología (rama del saber que también existe) viene a proponernos dos dimensiones a partir de las cuales se puede clasificar toda comunidad, a saber:
- SOCIABILIDAD: Grado de amistad que existe entre los miembros de una comunidad.
- SOLIDARIDAD: Grado en el que una comunidad es capaz de perseguir objetivos compartidos con rapidez y eficacia, independientemente de los lazos de tipo personal.
Dos dimensiones, cuatro culturas que se pueden dar en las empresas. Vamos a enumerar los distintos tipos de cultura resultantes que se dan en la vida real y cómo ninguna de ellas es "la mejor". Cada una será apropiada para un determinado entorno empresarial.
CULTURA CONECTADA (alta sociabilidad, baja solidaridad)
Rápidamente se identifica por sus "rituales": los empleados se paran a charlar por los pasillos, se va de un despacho con la simple finalidad de charlar, la relación social fuera de la empresa no es la excepción sino la norma. Todo es como si fuera una gran familia.
CULTURA MERCENARIA (baja sociabilidad, alta solidaridad)
La casi totalidad de la comunicación es sobre asuntos corporativos o de negocio. Hay una clara separación entre vida social y vida profesional. En este tipo de culturas no es raro encontrarse trabajadores que prioricen su vida profesional sobre la personal.
CULTURA FRAGMENTADA (baja sociabilidad, baja solidaridad)
Existe poco sentimiento de pertenencia a la empresa por parte de los empleados. Se trabaja con la puerta cerrada y se llevan con secretismo los proyectos. Esta cultura es fácil verla en bufetes o consultorías donde los diferentes integrantes llevan sus propios clientes. Probablemente si se le preguntase a uno de ellos a qué se dedica, respondería "soy consultor" sin mencionar la empresa para la cual trabaja.
CULTURA COMUNAL (alta sociabilidad, alta solidaridad)
Esta cultura aparece habitualmente en negocios recién comenzados. Los trabajadores son amigos íntimos y trabajan horas y horas. También puede darse en negocios muy maduros, donde sus integrantes llevan años trabajando, son amigos y muy conscientes de los objetivos a alcanzar.