Bueno, esta es mi primera intervención el el Blog de la Comunidad. Tras meses incontables de búsqueda incesante de algo sobre lo que escribir, me permito introducir mis reflexiones sobre el libro "Funky Businnes", libro de Jonas Ridderstrale y Kjell Nordström que sin duda uno de nuestros lectores, INTOKU, habrá leído. En fin, espero que no se haga demasiado aburrido dada su extensión.
FUNKY BUSINNES
“Funky Business” nos habla de la gestión de la empresa y de los negocios, en general, del talento humano y de cómo explotarlo para alcanzar el éxito en el nuevo orden mundial.
En la actualidad, el mundo empresarial no tiene tanto poder como antaño. Los autores del libro proclaman la fuerza del consumidor, que ya no se conforma con un buen producto sino que busca el mejor producto, dadas las características de los mismos y el coste, entre otros. Para hacer frente a las empresas que abusen de su posición, crean asociaciones de consumidores que les protegen, asesoran e incluso demandan a las empresas, generando costes de diferentes tipos, además de la posible pérdida de un prestigio social. El cliente ahora tiene la razón, es selectivo, exigente y astuto, conforma un stakeholder de gran peso en ocasiones.
Por otra parte, los autores proclaman la primera fase de una “revolución obrera”. Afirman que el poder está en los empleados y no en la empresa y este poder reside en la parte superior de su cuerpo, concretamente en esa que sostiene el cuello. El cerebro, esa materia gris de la que apenas usamos un 10% de nuestra capacidad, es la fuente de poder, y el que mejor sepa manejarla, se llevará todos los éxitos. El conocimiento es el motor del éxito.
EL CONOCIMIENTO COMO FUENTE DE PODER
La gestión empresarial no tiene en cuenta el proceso de producción, la cadena y el mono del obrero se han sustituido por el talento y los trabajadores de cuello blanco. ¿Cuál ha sido el factor clave impulsor del cambio? INTERNET.
En efecto, la información a través de este medio viaja casi a la velocidad de la luz, estamos a “un solo click” del conocimiento, que ahora se abre a todos nosotros de forma prácticamente gratuita. La información (y desinformación) está por todas partes, esperando a ser devorada por los usuarios, para bien o para mal de la sociedad, sólo hay que saber cómo buscarla.
La exclusividad del producto es prácticamente imposible. Podemos lanzar un producto al mercado, en meses, semanas, días o puede que horas ya no seremos los únicos en ofertarlos. Los competidores encontrarán la forma de imitarnos y reducirán nuestra ventaja. Si además son capaces de ofertar un producto similar a un precio más asequible habremos perdido una oportunidad de éxito. Los productos sustitutivos se convierten en un lastre para el beneficio empresarial.
Por eso, las empresas ahora no se conforman con los empleados “soldado”, buscan a los empleados “estrella” que les lleven al éxito y además, se preocupan de gestionar el conocimiento, de forma que intentan que la información no fluya dispersa por la organización, sino que esté controlada, se sepa lo que nuestros empleados “saben hacer” y se transmita por toda la red, impregnando al resto de trabajadores para que un elemento tan valioso no se pierda en caso de una fuga de cerebros.
Por su parte, los empleados tampoco se conforman con una empresa estándar en la que permanecer toda su vida sino que buscan su desarrollo profesional y promoción. De no encontrarlo, ten por seguro que abandonarán tu organización, ¿estás dispuesto a asumirlo? Parece que la parte más fuerte de la relación laboral ya no eres tú, empresario…
Quien tenga el conocimiento tendrá el poder y el poder está en manos de la gente… O en sus cerebros.
LA NUEVA ORGANIZACIÓN. LO VIEJO Y LO NUEVO
Las empresas sólo tienen dos formas de actuar en el mercado de bienes y servicios estratégicamente, a través del liderazgo en costes o a través de la diferenciación del producto. La posición competitiva que escojan determinará su posición en el mercado. ¿Qué opción has elegido? ¿Aprovecharás un nicho de mercado “estable” o medianamente estable (ya no hay nada estable, a parte del trabajo del funcionariado) o, por el contrario, crees que puedes llegar a ser único e inimitable? ¿Escogiste la primera opción? ¡¡Nunca serás funky!!
La evolución del trabajo ha llevado aparejada la evolución de la concepción de empresa. Atrás quedan los días en los que el trabajo debía ser medido en tiempos, en los que el trabajador estaba atado a la cadena y era “literalmente” engullido por la cadena (como Chaplin en “Tiempos Modernos”…). Como ya dijimos al comienzo de la exposición ya no necesitamos organizaciones altamente burocratizadas, con una excesiva jerarquía y cuyo motor es la “mano” de obra.
En la actualidad, la diversidad de productos nos da un amplio margen a los consumidores de elegir y consumir, siempre consumir. Consumir sin medida, todo lo mueve el consumo. La clave está en saber qué se va a consumir.
Innovar, sorprender, identificar al cliente potencial y desarrollar el producto que va a ser consumido durante un corto espacio de tiempo y después se olvidará (como las estrellas fugaces de la música comercial, como una canción del verano).
Funky obliga a la constante búsqueda de los elementos que nos hagan diferentes al resto, tenemos que ser únicos e inimitables, insustituibles… ¿Cómo hacerlo? Mediante el diseño, la garantía, el servicio post-venta, la imagen, y sobre todo, con nuestro activo más valioso, el intangible, las personas. El producto se olvida, el conocimiento reforzado día a día es la clave del éxito.
¿Cómo es Funky, S.A.?
1.- Eficiente. La gente funky no trabaja más, trabaja mejor. ¿En qué destacas sobre el resto? Párate a reflexionar un instante y… dedícate a ello.
2.- Precisa. El negocio funky es preciso, centrado en uno o pocos negocios.
Personal. Orientado a una o varias tribus, pero no demasiadas…
3.- Competente. Por medio de personal competente .
4.- Hueca. No tenemos por qué llevar a cabo todo el proceso de producción, el proceso pueden llevarlo a cabo otros… Lo importante es que tenemos las “competencias esenciales” que nos hacen triunfar y esas, son sólo nuestras, no las buscamos en el exterior.
5.- No tenemos porqué saberlo todo. Nuestro personal es capaz de encontrar a gente que colabore con nosotros en caso de necesidad.
6.- Somos atrevidos. INNOVAMOS, aunque sepamos que el producto es perecedero. No importa, buscaremos otro.
LAS FUERZAS DEL FUNKY…
¿Qué nos ha llevado a esta situación?
ü La tecnología. ¿Qué podríamos añadir sobre la tecnología? La información fluye a través de la red por medio de esta, nada ni nadie parece poder detenerla. Además, la tecnología avanza a velocidades de vértigo, lo que inventamos hoy, ayer quedó obsoleto.
ü Los cambios institucionales. Estructuras sociales creadas para disminuir la incertidumbre que bloquea al ser humano. También ellas han de ser innovadoras.
ü El sistema de valores. Que varían en función de la persona y de la sociedad en la que vivamos.
¿CÓMO GESTIONAR UNA EMPRESA FUNKY?
1.- Con una ética total
2.- Cuida tus componentes esenciales. Verdaderas fuentes de ventaja competitiva. Si logras hacerlo, se convertirán en fuentes de ventaja competitiva sostenida.
3.- Fragméntalos. Para que todos los componentes los cuiden.
4.- Genera actitudes, no departamentos.
ALEA JACTA EST
Recuerda que quien no arriesga no gana… Para alcanzar el éxito, es preciso moldear el futuro. El éxito no tiene que ver con la adaptación (como sugirió Darwin) sino con la creación. Funky, S.A. saca partido a las circunstancias cambiantes actuales y a lo impredecible de nuestra época. REBÉLATE, sé Funky.
Lo mediano no gana, para tener éxito tenemos que dejar de ser normales. Si el ganador se lo lleva todo, el normal no se lleva nada…El futuro pertenece a los arriesgados, a quienes se atreven a romper las reglas, aunque sea una sola vez y a los que crean reglas nuevas. Para atraer, hay que sorprender.
Como lider funky debes saber que la gente lo es todo… debes inventar y transmitir historias, si tratas de dominar a la gente se rebelarán.
Todos somos libres, libres para elegir con quién negociar, qué estudiar, en qué trabajar…El destino está en nuestras manos, nadie puede guiarnos en la aldea funky, no pueden dominarnos.