jueves, 12 de enero de 2012

KOROMO GAE 衣替え(ころもがえ)

Esto es un artículo que escribí en verano de 2007 y como da problemas al acceder donde estaba colgado, lo reedito.





En Japón el día de Koromo Gae ("cambio de ropa de estación") es el día en el que se sustituyen todos los uniformes por un atuendo más cómodo y fresco debido a la entrada del verano. Hace tiempo que los miembros del Gobierno Nipón se presentaron a trabajar sin su habitual traje y corbata con el objetivo de poder reducir la potencia de los aparatos de aire acondicionado consiguiendo así un ahorro en la energía para tratar de cumplir el protocolo de Kioto. Esta medida en la actualidad evita el uso indiscriminado del aire acondicionado tanto en la administración pública como en la empresa privada nipona y tiene su día oficial de entrada en vigor con el mencionado Koromo Gae.

Resulta bastante curioso como en Japón, sociedad de usos y costumbres muy arraigados y tradicionales se adaptan con flexibilidad a esta iniciativa. Allí, llevar traje y corbata es el uniforme de trabajo oficial en la mayoría de empresas. Parece ser incluso que, presentar una buena imagen ayuda al crecimiento profesional tanto o más como tener un desempeño profesional excelente.

En España hay empresas que sin tanta ceremonia también ponen en práctica esta medida. Cómo el personal acude a trabajar en mangas de camisa, sin chaquetas ni corbatas, persiguiendo el consabido ahorro energético de esta refrescante práctica es algo que se puede ver en casi cualquier informativo español al inicio del verano.

Pero lo que me motiva a escribir estas líneas no es ni Japón, ni el protocolo de Kioto, ni los informativos. Ni siquiera esta veraniega política de actuación. Me motiva el típico comentario que siempre hace alguien: "¿Qué hacen cuando reciben visitas de fuera con ese atuendo casual?". Es una pregunta que deja de causarme cierto cosquilleo en la boca del estómago. Es como si llevar traje y corbata nos diera alguna clase de poder oscuro en el arte de la persuasión. ¿Acaso sin el "uniforme", no causo buena imagen? Lamentablemente es una máscara social.

Seguro que más de un lector estará familiarizado o ha coincidido con ciertas empresas donde la imagen de sus empleados es casi una enseña: traje impoluto, corbata de nudo elegante, pelo engominado si procede, ningún pearcing o tatuaje (al menos visible)... El disfraz empieza a justificar los honorarios.


Pero ya decía Jack el destripador que "la belleza está en el interior". Cuando nos ponemos a buscar tras la fachada de estas empresas no nos sorprenderá encontrar una organización de cimientos de humo, que contrata a titulados superiores con la categoría profesional de administrativos y salario según convenio, por supuesto. Metodologías de trabajo y valores personales más que cuestionables por lo moral e incluso por lo legal, procedimientos de trabajo alejados de los más básicos estándares de calidad y gran carga en horas de trabajo para suplir la inexperiencia, lo que se venderá al cliente como compromiso. Imagen, imagen, imagen, el lobo vestido con piel de cordero.

No quiero condenar al traje y a la corbata. Lo que estoy condenando es a aquellas empresas incongruentes, que las hay y muchas, demasiadas para mi gusto. A trabajar uno debe ir pulcro y aseado, me da igual que seas un electricista o un controller financiero. El valor añadido no está en lo que aparentas sino en lo que llevas dentro. ¿Traje y corbata o mangas de camisa? En un mundo donde hasta los cajeros de supermercado llevan corbata, he aprendido a desconfiar de buenas a primeras lo que ven mis ojos y oyen mis oídos.