Esto es un artículo que escribí en verano de 2007 y como da problemas al acceder donde estaba colgado, lo reedito.
![](http://bp0.blogger.com/_dI2n2uIepXk/RoA1ImIEtoI/AAAAAAAAACc/socR9PMgJQY/s0-d/KOROMO_GAE.jpg)
Resulta bastante curioso como en Japón, sociedad de usos y costumbres muy arraigados y tradicionales se adaptan con flexibilidad a esta iniciativa. Allí, llevar traje y corbata es el uniforme de trabajo oficial en la mayoría de empresas. Parece ser incluso que, presentar una buena imagen ayuda al crecimiento profesional tanto o más como tener un desempeño profesional excelente.
En España hay empresas que sin tanta ceremonia también ponen en práctica esta medida. Cómo el personal acude a trabajar en mangas de camisa, sin chaquetas ni corbatas, persiguiendo el consabido ahorro energético de esta refrescante práctica es algo que se puede ver en casi cualquier informativo español al inicio del verano.
Pero lo que me motiva a escribir estas líneas no es ni Japón, ni el protocolo de Kioto, ni los informativos. Ni siquiera esta veraniega política de actuación. Me motiva el típico comentario que siempre hace alguien: "¿Qué hacen cuando reciben visitas de fuera con ese atuendo casual?". Es una pregunta que deja de causarme cierto cosquilleo en la boca del estómago. Es como si llevar traje y corbata nos diera alguna clase de poder oscuro en el arte de la persuasión. ¿Acaso sin el "uniforme", no causo buena imagen? Lamentablemente es una máscara social.
Seguro que más de un lector estará familiarizado o ha coincidido con ciertas empresas donde la imagen de sus empleados es casi una enseña: traje impoluto, corbata de nudo elegante, pelo engominado si procede, ningún pearcing o tatuaje (al menos visible)... El disfraz empieza a justificar los honorarios.
![](http://bp0.blogger.com/_dI2n2uIepXk/RoA1ImIEtpI/AAAAAAAAACk/gYyikX5Zf90/s0-d/leon%2520corbata.gif)
No quiero condenar al traje y a la corbata. Lo que estoy condenando es a aquellas empresas incongruentes, que las hay y muchas, demasiadas para mi gusto. A trabajar uno debe ir pulcro y aseado, me da igual que seas un electricista o un controller financiero. El valor añadido no está en lo que aparentas sino en lo que llevas dentro. ¿Traje y corbata o mangas de camisa? En un mundo donde hasta los cajeros de supermercado llevan corbata, he aprendido a desconfiar de buenas a primeras lo que ven mis ojos y oyen mis oídos.
1 comentario:
Sí, hay ciertas compañías que hacen todo lo necesario por crear cierta imagen, cierto estilo. Pero cuando se trata de mejorar el servicio que recibe el cliente, ahí te das cuenta quienes son de verdad.
Publicar un comentario