jueves, 22 de noviembre de 2007

DERECHOS Y OBLIGACIONES

En las relaciones contractuales hay una serie de derechos y obligaciones por ambas partes (empresario y trabajador) que todos conocemos de sobra.

Entre las principales obligaciones del empresario está el abonar, en la fecha pactada, la remuneración económica convenida con cada trabajador (salario), así como proveer de todas las herramientas necesarias al trabajador para el adecuado desempeño de su trabajo.

Por parte del trabajador las obligaciones fundamentales son desempeñar su trabajo de forma adecuada, acatar las instrucciones y ordenes del empresario, entre otras.

Lógicamente las obligaciones del empresario se convierten en derechos de los trabajadores y viceversa.

Cada vez más se han ido introduciendo más derechos laborales que benefician a las dos partes implicadas en la relación contractual.

Los trabajadores tienen derecho a muchas cosas paso a enumerar alguna de ellas:

- A descansos de tiempo determinado en función de la duración de la jornada (regulación estatuto de los trabajadores o convenio especifico).
- Vacaciones remuneradas.
- Permisos retribuidos.
- Etc.

Además por otro lado cada vez los profesionales de hoy en día se van volviendo más exigentes (ya no solo se trabaja por dinero) persiguiendo también desarrollo profesional para cumplir sus expectativas.

Hoy en día el trabajador necesita sentirse valorado y sentir que su trabajo tiene más cosas positivas que negativas es decir que le compensa su trabajo, ya que de lo contrario, va a buscar fuera lo que no encuentra dentro.

Esto es muy lógico ya que nos encontramos en la sociedad de la oferta y la demanda profesional en la cual cada uno tiene que mirar por sus intereses particulares (ya que los intereses de cada una de las partes son muy diferentes).

Hasta aquí estoy de acuerdo debido a que las organizaciones tienen que ir avanzando y evolucionado para acomodarse a las nuevas demandas e inquietudes de las generaciones de trabajadores actuales. De lo contrario las empresas que no lo hagan se van a ver abocadas al fracaso y posterior desaparición por su postura estática e impasible al tren de la adaptación constante.

Sin embargo también veo que hoy en día los profesionales no tienen más que derechos de todo tipo olvidando que hay muchos de ellos que sus empresas no tiene obligación de dárselos, es decir, que las organizaciones se los dan porque ellas quieren.

No estoy diciendo que haya que dejar de dárselos sino que los trabajadores también tienen que valorar este tipo de acciones que a día de hoy salvando las excepciones no lo hacen.

Por otro lado los trabajadores de nuestra sociedad actual simplemente ven sus derechos desde una perspectiva egoísta olvidándose por supuesto de los de sus compañeros. Sinceramente esto es algo preocupante ya que hace no demasiadas décadas esto era de otra forma, al menos, nos preocupábamos más por los demás sin olvidar "el tener respeto al prójimo" cosa que hoy se ha olvidado.

El egoísmo es un arma letal que destruye todo a su paso y nos esta conduciendo a un abismo cada vez más peligroso que no es otro que el de la exigencia constante de derechos de todo tipo y condición olvidando por supuesto que también tenemos obligaciones de todo tipo y condición como profesionales y ciudadanos del mundo actual.

1 comentario:

Keler dijo...

Estoy con tu visión, Juan.

No somos pocos los que venimos apreciando este cambio de visión por parte de los trabajadores, especialmente yo diría que de hace unos 5-10 años para acá, particularmente, por tanto, es más notable en los más jóvenes.

Lo veo como un reflejo de la sociedad en la que han crecido, en la que en muchas ocasiones, es mi opinión:
- no había un equilibrio entre recompensa y esfuerzo puesto para alcanzarla;
- se ha desarrollado un "estado protector" al que cada vez se le exige más que resuelva mis problemas, muchas veces con un insuficiente sentido de autocrítica por los ciudadanos;
- un periodo de bonanza económica en el que ha aumentado la oferta de empleo y cada vez es más difícil encontrar a los trabajadores que desearíamos incorporar.

Junto a ese primer grupo, tenemos otro de trabajadores jóvenes bien formados que si son responsables y comprometidos con su trabajo, pero mucho más conscientes de la realidad social y del valor de su trabajo que son capaces de dar cuando se les pide, pero que exigirán el mismo comportamiento de su empleador: que no se les "explote" sin el merecido reconocimiento y que la empresa sepa facilitarles las cosas cuando los que pueden tener una específica necesidad sean ellos.

Finalmente, creo que la incorporación de tantas personas procedentes de la inmigración también está produciendo efectos en los comportamientos y visión de la relación empresa-trabajador, pero aún no soy capaz de formular una tendencia, aunque existen algunos estudios al respecto que vinculan esa visión al origen cultural de los inmigrantes (origen nacional, podría decirse), a los motivos que les trajeron a nuestro país así como a la idea, antes de dejar su país, de lo que esperaban encontrarse.

En fin, Juan, que estoy de acuerdo contigo, que a mi parecer las casusas son múltiples y que pericibo el factor generacional como principal origen de lo que mencionas.

Un saludo