martes, 29 de abril de 2008

ZEITGEIST

Parece claro que estamos entrando en una profunda crisis tanto en España como a nivel mundial. Además, todas las previsiones indican que a la vuelta de vacaciones de verano nos encontremos una situación bastante más dura de la actual y cuya duración se va a prologar, al menos, lo que resta de 2008 y el próximo año 2009.

Por lo tanto, como podemos suponer, están directamente afectados los sectores inmobiliario, financiero y todo lo relacionado con consumo, es decir, una parte muy importante de la economía. Además, si le sumamos la crisis industrial que vive España desde hace años (cada vez es más complejo fabricar en Europa debido a los altos costes de mano de obra tanto directos como indirectos), tenemos un 80% de los sectores en crisis.

Se considera que una empresa ha entrado en crisis cuando se dan una o varias de las siguientes condiciones: CRISIS ESTRATÉGICA (pérdida de alguna ventaja competitiva, entrada de nuevos competidores, etc.), CRISIS OPERATIVA (cuando los procesos no funcionan correctamente), CRISIS DE RESULTADOS (a nivel de cuenta de resultados, y viene motivada por una crisis estratégica u operativa) y CRISIS DE LIQUIDEZ (consecuencia final de la crisis de resultados).

No pretendo ser alarmista pero atravesamos una coyuntura social, económica y profesional donde queda comprometida nuestra responsabilidad desde nuestras posiciones laborales con el entorno. Cada uno desde su puesto de trabajo puede contribuir a que nuestras empresas sean más competitivas en la crisis y por tanto, conseguir que la economía de nuestro entorno funcione algo mejor.

Si hacemos un breve análisis de la situación, nos damos cuenta que la mayoría de las empresas responden muy lento a la crisis: transcurre casi 1 año hasta que son capaces de detectar la crisis y año y medio desde que se detecta hasta que se comienza a actuar. Además, no se dispone de un cuadro de mando o ni siquiera de una herramienta de gestión de tesorería competente. Ya no solo hay que contar con la lentitud a la hora de actuar sino también en las medidas a adoptar. La mayoría de las empresas optan por la reducción de personas, el incremento de las ventas y la reducción de gastos generales y dejan en última instancia alternativas como la estrategia de precios, el rediseño del producto o la gestión del circulante. En lugar de de plantearse la venta o el cierre de unidades de negocio o de deshacerse de clientes y productos no rentables, las empresas concentran su estrategia en el crecimiento de ventas sobrevalorando la reducción de personal y reducción de gastos generales. Al fin y a la postre, todo esto acaba generando graves problemas en la viabilidad.

Son momentos duros, son momentos difíciles. Estar alerta y actuar de inmediato junto con una estrategia adecuada son las grandes alternativas a la crisis. Es hora de remangarse y de tomar decisiones con serenidad pero con determinación. Lo demás es soñar con el Zeitgeist, el espíritu de una época que lamentablemente pasó.

3 comentarios:

Felipe Garrido dijo...

Cuanta razón.
Llevo tres meses como Responsable de RRHH en una empresa del sector inmobiliario.
Mi empresa comenzó a notar la crisis en Julio de 2007, y ya hemos pasado por todas las etapas citadas en el artículo.
Si hacemos un símil, podemos decir que estamos en una tormenta como aquella de George Clooney, se nos han roto los cabos de las velas, hemos dejado de avanzar, los marineros están asustados, se han ahogado o se han tirado por la borda y el patrón ha tenido que bajar hasta la línea de flotación para ver los daños.
Sin embargo, estamos construyendo soluciones.
Estas soluciones tienen que partir de toda la organización, haciendo lo que creo que debe ser una constante en RRHH: Preguntar y Escuchar.
De hecho, las soluciones no van a salir de despachos en la cumbre, sino de hacer más accesible el área de RRHH a los trabajadores, plantear grupos de mejora para identificar los problemas y aceptar propuestas de solución surgidas entre los trabajadores.
También hay que bajar a ver la realidad del día a día, compartir con los trabajadores de base sus problemas diarios y diferenciar qué es lo que ha cambiado y qué es lo que se hace mal.
En resumen, hay que salir de los despachos y caminar con la gente.

Anónimo dijo...

Buen post!

Para pymes creo que es tiempo de realmente empezar pensar en el 80/20 y mirar dónde realmente vienen sus ingresos y enfoquarse en ellos. No perder tiempo.

Un saludo!
Eric

Jose dijo...

Hola Eric,

El 80/20 (o principio de Pareto) es una máxima en los servicios que ofrecemos a nuestros clientes. Es un principio muy interesante.

Para quien no lo sepa, Vilfredo Pareto (1848-1923), fue un economista italiano que realizó un estudio sobre la riqueza y la pobreza. Descubrió que el 20% de las personas controlaba el 80%
de la riqueza en Italia.

A principios de los años 50, el Dr. Joseph Juran descubrió la evidencia para la regla de “80/20” en una gran variedad de situaciones. En particular, el fenómeno parecía existir sin excepción en problemas
relacionados con la calidad.

Una expresión común de la regla 80/20 es que “el 80% de nuestro negocio proviene del 20% de nuestros clientes”. Por tanto, el Análisis de Pareto es una técnica que separa los “pocos vitales”
de los “muchos triviales”.